Foto Alejandro Vaccari
Foto Alejandro Vaccari

No es fácil entender del todo y a fondo las palabras de este salmo.
La fe mueve montañas, dice el refrán popular.
Es fácil tener fe cuando las cosas van bien, cuando avanzan como tú quieres. La situación se vuelve más compleja cuando algo se tuerce en tu camino y crees que debería ser de otra forma, entonces la fe pasa por un periodo de prueba.
Muchos dicen tener fe. Pues demuestra tu fe con los actos concretos de cada día. En cada momento, en cada instante. Que la fe impregne tu vida.
La fe no es una teoría, unas creencias, unas lecciones de teología. La fe, empapa tu mente, tu corazón, tu pensamiento, tu acción cotidiana.
Con tus palabras y tus acciones ve dejando las semillas de tu fe por todos los caminos del mundo.
Bendiciones, hasta mañana.

SALMO 116-115

Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos».

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.

Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo;
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.

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