Dios cuenta el número de las estrellas. Es una de las muchas acciones de Dios. Entre ellas el salmista relata las intervenciones de Dios con su pueblo, sana los corazones, venda sus heridas, sostiene a los humildes….
Es cierto, cuando uno llega a entrar en contacto real con Dios y es capaz de descubrir las maravillosas obras de sus manos una de las formas de relacionarnos con  Él, de forma más espontánea, es el agradecimiento y, sobre todo, la alabanza.
Esta acción de gracias y alabanza a Dios brota también cuando uno mira con atención la naturaleza, en la que Dios actúa, hace brotar hierba, da alimento al ganado…
Incluso, en estos descubrimientos, entran ganas de cantar y tocar porque “la música es buena”,  “entonad la acción de gracias…, tocad la cítara”.
Otro salmo de optimismo y regocijo.
Paz y bien, hasta mañana.

SALMO 147-146

Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.

El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel;
él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.

Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre.
Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.

El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados.

Entonad la acción de gracias al Señor,
tocad la cítara para nuestro Dios,
que cubre el cielo de nubes,
preparando la lluvia para la tierra;

que hace brotar hierba en los montes,
para los que sirven al hombre;
que da su alimento al ganado
y a las crías de cuervo que graznan.

No aprecia el vigor de los caballos,
no estima los jarretes del hombre:
el Señor aprecia a sus fieles,
que confían en su misericordia.