diecisieteHay tiempos y días en los que por sí solos nos dan cierta alegría, renace nuestra esperanza.

Estos días en los que nos vamos acercando a la Navidad, es como si fueran esos tiempos. En el fondo del ser humano siempre hay una esperanza, una ilusión renovada. Esperamos más, más felicidad, más paz, más armonía, a nivel material, mayor riqueza, mejores instrumentos…

La esperanza es lo último que se pierde, refiere el refranero popular.

Ahora bien, ¿cuál es la esperanza?

La que se construye cada día, cuando salen bien las cosas y cuando no vienen como habíamos pensado. El ser humano ha de construir eso que espera con anhelo. Por eso tenemos que plantearnos, ¿qué esperamos? ¿cuáles son los medios que ponemos de nuestra parte para que se cumpla eso que anhelamos ardientemente?

Tu espera que sea activa, trabajando con alegría y optimismo….

Hasta mañana, pasa una feliz jornada.

Salmo 72(71),2.3-4ab.7-8.17.

Para que gobierne a tu pueblo con justicia
y a tus pobres con rectitud.
Que las montañas traigan al pueblo la paz,
y las colinas, la justicia;

que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos de los pobres.
Que en sus días florezca la justicia
y abunde la paz, mientras dure la luna;

que domine de un mar hasta el otro,
y desde el Río hasta los confines de la tierra.
Que perdure su nombre para siempre
y su linaje permanezca como el sol;

que él sea la bendición de todos los pueblos
y todas las naciones lo proclamen feliz.