salmo-125-gumersindo-meirinEn la liturgia se repite con frecuencia la frase de este salmo: nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Bastaría que creyéramos que es así, que esto es real y la vida de cada ser humano se transformaría radicalmente.
Ahora bien, si lo decimos hoy que sea desde el corazón, si llega al corazón, tu vida, la mía se transformara, no tengo ni la más mínima duda.
Buen día, en manos de Dios, creador del cielo y de la tierra, no lo olvides.

SALMO 124-123

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
-que lo diga Israel-,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.

Bendito el Señor, que no nos entregó
en presa a sus dientes;
hemos salvado la vida, como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió, y escapamos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

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