img_3437Cuando uno ha encontrado un hogar, un lugar en el que le esperan, le aman, le tratan bien…, ha llegado a entender lo que es la paz, a nivel humano, a nivel social.

Esto pasa a nivel espiritual, cuando uno encuentra el hogar, el lugar donde le esperan, le aman, le tratan bien…, ha llegado a entender lo que es la paz, la paz del alma que nada ni nadie aquí en la tierra puede robar o rebajar.

Ese lugar es el encuentro con Dios en el corazón, en tu interior.

Así se cumple lo del salmo, felices, dichosos, los que viven en tu Casa. La Casa de Dios es tu corazón, tu alma, entra en ella, hallarás todo lo que buscas, eso que anhelas ardientemente.

Salmo 84(83),3.4.5-6a.8a.

Mi alma se consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente.

Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey y mi Dios.

¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti!
Ellos avanzan con vigor siempre creciente.