Foto Ruth Dacunda
Foto Ruth Dacunda

Seguimos hablando del rey. El rey gobierna. Seguimos hablando del sacerdote, este es el intermediario entre el cielo y la tierra.
En medio, combates, luchas, refriegas contra la ira, la pereza, la gula, el egoísmo, la avaricia…, enemigos poderosos que te pueden hacer doblar la rodilla…
No tengas miedo, porque aunque tus enemigos son poderosos, eres un elegido de Dios desde antes de la creación del mundo, y Dios, si tú le dejas, te pondrá a su derecha…
Cristo es tu guía,  el sacerdote que intercede por ti, ante Dios Padre…
Entonces…, ¿a quién temer?
A nada ni a nadie, solo no pierdas la conciencia de quién eres, a dónde vas, de quién te guía y de quién intercede por ti ante Dios…

SALMO 110-109, 1-5. 7

Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies».

Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.

«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora».

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec».

El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.

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