Fin de año, cerrando puertas

Imagen de Ruth Dacunda

Cada fin de año millones de personas se proponen un cambio .
Cada fin de año millones de personas comprueban que muchos de los propósitos del anterior se quedaron “en aguas de borraja”.
¿Es lo que te pasa a ti?

Si respondes que sí, en el nivel de energía se abre una línea en el tiempo. Lo cual significa que envías un mensaje al Universo, un pedido que nunca se cierra y queda abierta una brecha, una fuga de energía.
Esto pasa también,  en la medida que vas acumulando años y experiencias a tu vida: en las relaciones personales con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, las relaciones sentimentales…

Dejando puertas entreabiertas

Vas dejando puertas entreabiertas que te impiden la evolución como persona. Lo intentas una y otra vez pero no puedes seguir caminando. Un ejemplo concreto se da cuando tienes un novi@ y nunca terminas de “dejarl@” del todo y al empezar una nueva relación la comparas constantemente con la antigua. O cuando empiezas a crecer y sigues cumpliendo años pero no te desapegas de tu familia, de tu padre, de tu madre; no logras la independencia total de ellos, en muchas ocasiones ni tan siquiera a nivel material y económico, ¿qué decir, pues de la independencia emocional?.

Estas fugas energéticas de puertas abiertas te paralizan. Es como vivir en la película El día de la marmota, donde los días son siempre el mismo día. El tiempo no pasa abriéndose un impasse interminable. Te sientes inútil. El mundo no te entiende. El universo parece que conspira contra ti, todo te sale mal. Se cierran las puertas a las nuevas posibilidades, al cambio, a una nueva vida. Entonces te vuelves a refugiar, una y otra vez, en el pasado, en los recuerdos, en emociones vividas o “te victimizas”, “no sirvo para nada”, “nadie me entiende” , ¿por qué me pasa esto a mí?…

Lo único real

Y así, poco a poco, te alejas de lo único real que es el momento presente. Te hace desagradecido con el don de la vida. Te amarga. Te nubla por completo la esperanza en el futuro. Te rodea un humo energético que no solo te ciega sino que te pesa y terminas caminando como un zombi, un muerto viviente, arrastrando los pies con cada paso.

Se termina el año. Una nueva oportunidad para la renovación para cerrar puertas viejas y abrir nuevas ventanas a la realidad y al aire puro de la Vida.

Hazlo, empieza, camina, agradece, proyecta poco, concreto, real. ¡Cúmplelo!

Amig@, desde el corazón, ¡Feliz año nuevo!

Gumersindo Meiriño Fernández

***

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete

Quizás te interese también,

Desde el Lago de Galilea Feliz Año Nuevo

Otro Gran Año

One thought on “Cerrando y Abriendo puertas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *