Río Paraná en Ituzaingó Ctes, imagen de Adriana Virgilio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo.
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Las estrofas de hoy hablan dos veces sobre la luz, la iluminación, el brillo…, a nivel espiritual es así, cuando entre, o quiera entrar lo negro, la oscuridad en tu corazón, a través de pensamientos negativos, tristes, pesimistas, enciende la luz. Cuando uno enciende la luz, la oscuridad desaparece. Esto es uno de los objetivos de rezar los salmos cada día, encender una luz en tu alma, para que no pueda entrar en ella nada negro ni oscuro. Paz y bien, feliz día, bendiciones.
Recuerda que mañana es la Gran Fiesta del Espíritu Santo, y que es buen día para empezar el decenario, si es que ya no lo has hecho, haz clic aquí.

Salmo 118

P

Tus preceptos son admirables:
por eso los guarda mi alma.
La explicación de tu palabra ilumina,
instruye a los inexpertos.

Jadeo con la boca abierta,
anhelando tus mandatos.
Vuélvete a mí con piedad,
como haces con quienes te aman.

 Afirma mis pasos según tu promesa,
que no me domine maldad alguna.
Líbrame de la opresión de los hombres,
y guardaré tus decretos.

 Haz brillar tu rostro sobre tu siervo
y enséñame tus leyes.
Ríos de lágrimas vierten mis ojos
porque no se guarda tu ley.

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