las marias azaleasPor poca experiencia que nos vaya dando la vida, nos vamos dando cuenta que muchas veces estamos en alta mar a expensas del viento sin saber hacia dónde colocar las velas ni hacia qué puerto encaminar la barca. Y entonces solo existe un anhelo que llena el corazón que nosotros llamamos, Dios. Se hace realidad esta frase del salmo: Puede parecer un poco fuerte la aclamación de este precioso salmo, “Si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me recogerá”.
La búsqueda del puerto de la paz, al amor, la felicidad hace que tarde o  temprano tengamos que buscar el rostro de Dios.
“Señor, enséñame tu camino”. ¿Estás dispuesto a seguirlo?
Hasta mañana, ¡Buen Camino! Bendiciones

SALMO 27-26, II

Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.

Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro».
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.

No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.

Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.

Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.

No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.

Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

One thought on “Salmo 27, cada día dieciocho de marzo, enséñame tu camino

  1. Este salmo en particular siempre me gustó mucho, cuando le encontré más sentido, Gumersindo gracias a tus explicaciones, y tu manera de llegar y abrir los corazones duros de las personas curtidas, ahí se hizo uno de mis preferidos… gracias ,Dios te dé siempre tanto amor así como tu lo das a todos… Amén..

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