cosecha.gumer.meirinoTiempo de cosecha. Salmo 66

¿Cómo te ha ido la semana?

El ser humano va completando etapas. Termina la primaria, luego la secundaria… Acaba un año empieza, otro, se cosecha lo sembrado y se prepara uno para volver a esparcir una nueva semilla.

Hay circunstancias que son propicias para hacer balances, resumen, revisar las cuentas, echar un vistazo a lo recolectado.

En el Antiguo Testamento, Dios dice al pueblo: “Nadie se presentará delante de mí con las manos vacías”.

Recuerdo a Alejandro en Finisterre, después de cientos de kilómetros a sus espaldas, luego de hacer el Camino de Santiago, feliz, contento, pletórico. La enseñanza de esos días de caminata, para él era clara y se podía resumir en la frase de una canción: “desde hoy, ninguna página blanco”.

No tengas miedo a reconocer las páginas en blanco del pasado, pero como Alejandro plantéate, en serio, “desde hoy ninguna página en blanco”, en el diario de tu vida.

Ningún día sin levantar los ojos al cielo y agradecer, ninguno sin que hagas un gesto de cariño a las personas que tienes a tu lado, ninguno sin una sonrisa y una palabra amable, ninguno sin mirar a la naturaleza, ninguno sin tratar con amor a las personas que pasan a tu lado, ninguno sin un pensamiento positivo ante las diversas circunstancias que se presentan …

El Señor tiene piedad, te bendice. Hasta la próxima semana.

¡Feliz año 2013!

Gumersindo Meiriño

Si quieres leer la reflexión de fin de año y escuchar el audio haz clik aquí:

LO QUE SE VIENE, FELIZ AÑO 2013

SALMO 66
Tiempo de cosecha

2El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
3conozca la tierra tus caminos, 
todos los pueblos tu salvación.4Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

5Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.

6Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

7La tierra ha dado su fruto, 
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
8Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.