Sigue todos los pasos como en lo que se propone en la novena en general.
1. La preparación del lugar, la preparación del cuerpo, la mente y el espíritu.
2. Reza el padre nuestro, la oración a la Madre y seguidamente, las oraciones propias esta novena.

Oración de protección

Durante la noche un Papa llamado León XIII tuvo una visión en la que vio al demonio intentando destruir la iglesia y que esta crisis podría durar unos cien años. También vio como el arcángel Miguel luchaba con el demonio para que este no venciera. Ese día al despertar, encerrado en su escritorio, compuso esta oración que el Papa pidió que rezaran los sacerdotes como protección de la iglesia, después de la celebración de la Misa (actualmente ya no se hace). Es una oración de exorcismo. Te la recomiendo por dos motivos: Porque es una invocación de liberación de las fuerzas del mal y, en segundo lugar, porque te unes a millones de personas que la siguen orando con buena intención para cortar con la espada de Miguel la oscuridad y el mal, abriendo los nuevos caminos de la luz.

Oración de León XIII:
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Para cada día de la novena

A continuación con San Miguel y sus ángeles lee los siguientes textos: Para leer las lecturas de cada día haz clic aquí.

Después de las lecturas breves minutos de silencio, habla con Miguel arcángel de lo que salga de tu mente y tu corazón.

Termina cada día diciendo a San Miguel y a sus ángeles:

Oración final

Arcángel Miguel, que luchaste siempre para que se haga la justicia y la maldad sea vencida, envía a tus santos ángeles para que me acompañen en todos mis caminos. Aparta de mí toda maldad y oscuridad, que mi vida sea guiada por la Luz. Que todos los obstáculos que me pueda encontrar sean vencidos en nombre de Jesús. Que el bien y la bondad triunfen siempre en mi vida. Que los ángeles de la oscuridad no me vean, ni me encuentren, que pase desapercibido para ellos. Bajo tú guía siembre semillas de buenas obras, buenos pensamientos, buenas palabras, buenos deseos. Que tu espada de Luz corte toda palabra, obra, pensamiento o deseo de ira y violencia, que aparte todo mal y me haga fuerte en la bondad y el bien. Que tu espada de Luz me ayude a discernir y nunca confunda los caminos para que elija libremente. Por Cristo, Maestro y Guía. Amén.

─José, recuerda los ritos finales comunes a todas las novenas y no olvides de caminar el resto del día que te acompañan los ángeles del arcángel Miguel, conversa con ellos, tenlos en cuenta.

Del libro ¿Cómo se hace una novena? Una visita al Cielo, de G MEIRIÑO FERNÁNDEZ, ISBN 978-987-1621-16-3.

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