Tiempo de Pascua

El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento.
Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. El les dijo: «Soy yo, no teman».
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Edith Stein, Teresa Benedicta de la Cruz, escribe:

– Señor, ¡cuán altas son las olas,
y qué oscura la noche!
¿No querrás iluminarla
para mí que velo solitaria?

– Mantén firme el timón,
ten confianza y quédate tranquila.
Tu barca es preciosa a mis ojos,
quiero conducirla a buen puerto.

Aguanta sin desfallecer
los ojos fijos en la brújula.
Ella ayuda a llegar al final
a través de noches y tempestades.

La aguja de la brújula de a bordo
se estremece pero se mantiene.

Ella te mostrará el cabo
a donde que quiero verte llegar.

Ten confianza  y quédate tranquila:
a través de noches y tempestades
la voluntad de Dios, fiel,
te guía si tu corazón está en vela.
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El salmista reconoce un cierto miedo que le hace levantar los ojos, la súplica al cielo, que le hace buscar el rostro de Dios.
La respuesta a todos esos miedos, surge de la última estrofa como un fogonazo de esperanza y que puede servirte como Mantra- Jaculatoria- Decreto- Afirmación: Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo.
Día Séptimo de la Novena a Jesús de la Misericordia: Jesús sumergimos en el mar de tu Misericordia a todas las personas que son consuelo para los demás y a aquellos que, por su profesión o por vocación, se dedican a la atención y al cuidado de personas dolientes, enfermos, maltratados.
Para hacer la novena   

Buen Camino, nos vemos mañana.

Salmo 26 B

Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.

Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.»
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.

No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.

Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.

Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.

No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

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