-No entiendo a Dios, yo le pido, le suplico…, pero parece que no escucha- me dice con cara larga.
-Amig@, reponde el salmo de hoy- clama de todo corazón, con toda el alma. Dios no está sordo, escucha, la oración nos mueve a nosotros a ver la realidad a comportarnos como seres de luz, por eso mientras no clames, invoques, de todo corazón, no sentirás, como dice el salmo hoy, a Dios cerca. Adelántate a la aurora y con todo el corazón, verás nuevas luces, nuevas dimensiones…, bendiciones, feliz día, hasta mañana.
SALMO 119 (118) Q
Q 145Clamo de todo corazón,
respóndeme, Señor,
y guardaré tus normas.
146Te invoco, sálvame,
y observaré tus preceptos.
147Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.
148Mis ojos se adelantan a las vigilias,
meditando tu promesa.
149Por tu amor escucha mi voz,
Señor, vivifícame según tu justicia.
150Me cercan los seguidores de los ídolos,
y se alejan de tu ley.
151Tú, Señor, estás cerca
y todos tus mandatos son auténticos.
152Desde hace tiempo estableciste
tus preceptos para siempre.