Flor campestre que nadie plantó, imagen de Ruth Dacunda

En la tercera parte de este salmo el poeta insiste en la dramática lucha de la maldad y la bondad. Ten en cuenta: una cosas son los deseos y otra muy distinta los medios que pones para conseguirlos. Algunos dicen que sus deseos más profundos son «tener paz». Si esos son tus deseos toma el Camino que te conduzca ahí.
Mantra: Observa al honrado, fíjate en el bueno: su porvenir es la paz.
Jaculatoria: Confía en el Señor y sigue su camino.
Hasta mañana, paz y bien.

Salmo 36 C

La boca del justo expone la sabiduría,
su lengua explica el derecho;
porque lleva en el corazón la ley de su Dios,
y sus pasos no vacilan.

El malvado espía al justo
e intenta darle muerte;
pero el Señor no lo entrega en sus manos,
no deja que lo condenen en el juicio.

Confía en el Señor, sigue su camino;
él te levantará a poseer la tierra,
y verás la expulsión de los malvados.

Vi a un malvado que se jactaba,
que prosperaba como un cedro frondoso;
volví a pasar, y ya no estaba;
lo busqué, y no lo encontré.

Observa al honrado, fíjate en el bueno:
su porvenir es la paz;
los impíos serán totalmente aniquilados,
el porvenir de los malvados quedará truncado.

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva,
porque se acogen a él.

***

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!

También te puede interesar,

Respetar el libre albedrío

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *