
Las emociones fuertes no dominadas por el ser humano son aguas tormentosas, ruidosas, peligrosas, arrasan con todo…, pero Dios gobierna las aguas, las sobrevuela; el Señor es, según el salmista, “más potente que las aguas caudalosas y el oleaje del mar…”
Puedes repetir hoy con el salmista, este decreto- mantra-jaculatoria: La voz de Dios es más potente que las aguas caudalosas.
Hasta mañana, bendiciones.
SALMO 93-92