Imagen Francisco X. Castro Miramontes ofm

¿Qué es VOCAC?

Te propongo como método de observación de la realidad, de lo que ES, tanto en tu vida personal, como en los distintos aspectos de la vida, el método VOCAC.

Es un acróstico de cinco letras que te lleva, paso a paso, como de la mano, para analizar, entender y reestructurar lo que quieras cambiar en tu existencia. Es una herramienta dúctil que puedes adaptar –como se hace con un guante– a cualquier circunstancia.

VOCAC se divide en cinco fases: Ver, Observar, Contemplar, Actuar y Consciente. Cada una es un peldaño hacia una comprensión más profunda de la realidad, que te permitirá tomar decisiones más alineadas con tu esencia y tu sabiduría interior.

Lo vamos a dividir en dos partes. La primera parte del proceso VOCAC es sobre el análisis de la situación.

V: Ver

Los ojos nos muestran un campo inmenso de posibilidades. No podemos prestar atención a todas. Nuestra mirada se pierde millones de detalles continuamente porque simplemente ve de forma superficial, sin pararse ni fijarse.

Es por ello que, a veces, te pueden preguntar:
–¿Viste tal árbol qué bonito es?
–Pues no, –puedes responder– no sé de qué me hablas.
Y el interlocutor te dice enojado:
–Pero si está delante de tu casa, a diez metros, ¿cómo es posible que no lo veas?

Es probable que lo avistaras millones de veces, pero no le prestaste atención. Este primer paso es un despertar inicial, donde la claridad aún es escasa.

Esto nos lleva al segundo paso.

O: Observar

La respuesta a la pregunta anterior del árbol puede ser esta:
–Pues sí, he visto el árbol, ¿te fijaste cómo crece, qué lindas flores amarillas echó la primavera pasada, qué sombra da, no deja crecer el césped?

Has observado, te has fijado. Sabes de qué árbol están hablando, conoces detalles.

El interlocutor vuelve a preguntar:
–¿Te fijaste qué bien se está a su sombra?, ¿qué energía deja en tu cuerpo?, ¿qué sensación más hermosa descansar bajo sus ramas? El otro día me quedé mirando sus hojas, cómo cantan en conexión con el viento de la mañana, qué melodía… Quedé embelesado no sé cuántos minutos.

C: Contemplar

Esto nos lleva al tercer paso: la contemplación.

Alguien puede responder a las preguntas de antes:
–Ah, pues me encanta ese árbol, pero nunca me fijé en esos detalles.
El interlocutor “preguntón” vuelve a la carga e insiste:
–Pues yo lo observo desde la ventana, cada día, y quedo extasiado de su belleza, me transporta a una realidad distinta, es como si fuera un confidente, un amigo, incluso, lo saludo. Y parece que mueve sus hojas cuando lo hago. Me entra su perfume hasta los pulmones, siento su energía en mi pecho…
Otras veces paso a su lado, me siento en el césped y me apoyo en su tronco. Es como si me transportara a un lugar de calma y paz.

Este es el paso donde se profundiza aún más. Has dejado atrás el juicio superficial y ahora estás en sintonía con la esencia de lo que observas. Ya no solo lo ves o lo analizas; lo sientes, lo integras en tu experiencia de vida.

***

Un pequeño inciso: Ver, Observar, Contemplar son los tres primeros pasos que te propongo desde VOCAC antes de tomar cualquier determinación trascendental en tu vida.

En el primer paso, Ver, apenas sales de la oscuridad. No tienes claridad. No tomes decisiones aún.

En el segundo paso, Observar, entras bajo la luz de la mente. Sabes bastante, pero no has entrado a la esencia de la realidad, aún no has conectado con ella..
Aquí, tus decisiones estarán basadas en la razón, pero seguirás sintiendo que algo falta, que no todo encaja. Porque la razón no capta la totalidad
En este paso se suele alimentar mucho el «ego»: «lo que yo he hecho»; «lo que yo he pasado»; «lo que yo he conseguido».

Entender el EGO, es crucial porque puede ser un punto de bloqueo para muchas personas. Al alimentar el ego, las decisiones que tomes en este estado pueden estar motivadas por intereses personales o por la necesidad de validación externa, lo que podría alejarte de la paz interna y la verdadera comprensión.

En el tercer paso, Contemplar, has llegado más adentro en el viaje hacia tu interior. Tienes luz, te ilumina la claridad. Tomas decisiones desde la experiencia y la intuición. Es como si la Vida te llevara de la mano. Muchos puede que no entiendan tus decisiones porque son personales, nacidas desde la clarividencia. No siguen las reglas y patrones que se imponen desde fuera.

Si llegas a este punto, te haces comprensivo y sigues tu camino alegre. Algunos te tirarán “piedras”. Solo otros como tú, que saben Contemplar, te podrán entender y comprender.

Imagen de Ruth Dacunda luna y sol de atardecer

Pasamos a la segunda parte del método VOCAC

Aquí entramos en el terreno de la acción, de llevar lo que has visto, observado y contemplado a la práctica.

A: Actuar

Cualquiera que sea nuestro grado en la primera parte del método –solo vemos, o solo observamos o, quizás, llegamos a contemplar– luego de salir de ella, hacemos algo.

Cada día nos ponemos en marcha y tomamos multitud de decisiones. Queramos o no. Incluso podemos decidir dormir todo el día.

Ante una ruta llena de autos con un atasco de una hora, decidimos. Unos de forma inconsciente y grosera empiezan a gritar; otros aceptan dónde viven y deciden de otra forma, mantener la calma.

C: Consciente

Lo que nos sitúa en el quinto paso del método…

Si bien todos actuamos, no todos lo hacen de la misma manera. El que contempla la Realidad, tal cual ES, toma las medidas acordes a esa situación determinada, con sabiduría y paz. Es lo que podemos llamar Acción Consciente.

Una acción consciente implica que cada decisión se basa en una conexión profunda con la realidad. Actúas no solo por impulso, sino porque has integrado todo lo aprendido en los pasos previos. El contemplativo actúa o no actúa (que es otra forma de intervenir de forma activa en la sociedad) de forma consciente. Toma las decisiones con prudencia, con sabiduría, con paz, con calma. Cuando se equivoca, rectifica, aprende, no repite.

En este punto, se abre un espacio de libertad personal, donde cada acción no es un mero reflejo del entorno, sino una expresión genuina de tu ser.

El consciente vive cada momento con plenitud. No dice:
–No me di cuenta.
El consciente dice:
–Sí, me doy cuenta de lo que digo, lo que hago, lo que pienso. Y me hago cargo de ello. Asumo la responsabilidad que ello conlleva.

Un detalle a tener muy presente. Consciente significa, ver la realidad tal cuál es, –decíamos más arriba- lo cual supone ACEPTACIÓN de lo que ES. Lo que acepto me libera, lo que resisto me encadena o me somete».

***

Ahora que conoces un poco más el método, aplícalo a cada uno de los aspectos de tu vida, desde los más sencillos hasta los más complicados. Experimenta, ponlo a prueba, comprueba por ti mismo si da resultado. Observa si provoca cambios en tu vida.

¿Es demasiado fácil? No subestimes, nunca, el poder y la fuerza de la sencillez.

Recuerda: este es un proceso continuo. Cada vez que avanzas en el método VOCAC, te acercas más a una comprensión profunda de ti mismo y de la vida.

Todo proceso de aprendizaje profundo, ¿sabes cuándo termina? Se dice que el proceso de aprendizaje en el ser humano acaba media hora después de que dejas el cuerpo para seguir navegando por el mundo de la energía y de los espíritus.

Paz y Alegría

Gumersindo Meiriño Fernández

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