Dice el Eclesiastés, otro libro de la Biblia:
“Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir, un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; (…) un tiempo para llorar, y un tiempo para reír…”
¿Cómo te fue la semana?
Gran parte del éxito de tu éxito en el camino por el planeta tierra depende de que pongas en práctica lo que dice el libro del Eclesiastés.
Una enseñanza semejante late en el salmo que propongo digas con el corazón y los labios estos siete días.
Hay un tiempo para Dios…. ¿cuánto y qué calidad?
Hay un tiempo para la familia…. ¿cuánto y qué calidad?
Hay un tiempo para los amigos…. ¿cuánto y qué calidad?
Hay un tiempo para el trabajo… ¿cuánto y qué calidad?
Hay un tiempo para el descanso y el ocio… ¿cuánto y qué calidad?
Dios, familia, amigos, trabajo, descanso y ocio…,
Dedícale el apropiado, el justo y necesario, a cada cosa y los pilares de tu vida se sostendrán solos.
Si alguna vez lloras…., habrá tiempo de reír,
Si alguna vez sufres…, habrá tiempo de gozar…
Ahora bien, no lo olvides: para cosechar hay que sembrar…,
por eso hay un espacio para la siembra y otro para la cosecha.
Que los próximos días espigues frutos abundantes de paz y prosperidad, con la bendición de Dios Padre y Madre, hasta la próxima semana.
SALMO 125 |
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