gumer.meirino.sol¿!Cómo te ha ido la semana!?

Se sienta a mi lado, me mira a los ojos y comenta:

“Estoy mejor, mucho mejor. En realidad lo que me ha ayudado mucho fue el cambio de hábito de la mañana. Antes me levantaba siempre cansado, agobiado, con pocas ganas. Desde que, cada mañana, los primeros pensamientos conscientes los dedico a Dios todo ha cambiado”.

“Oh Dios, por la mañana escucha mi voz”.

Un ejercicio práctico y eficaz, el primer pensamiento sea para Dios.

No es lo mismo pisar el suelo de la realidad de cada día con un pensamiento fingido, negativo, triste que de la mano de Dios.

No es lo mismo amanecer cada mañana saludando al sol  y dando gracias a Dios que frunciendo el ceño y pensando que tienes muchos obstáculos por delante.

Cada vez que reces este salmo recuerda que Dios te escucha, que camina a tu lado, que cada jornada es una nueva oportunidad, un regalo.

Que si en el día a día, surge alguna dificultad, algún “enemigo” te acecha, Dios camina contigo y nada ni nadie podrá robarte la alegría de vivir como hijo de Dios.

Salta de la cama con la bendición de Dios, Padre y Madre.

Hasta la próxima semana.

 

SALMO 5, 2-10. 12-13 
  Por la mañana, escucha mi voz

 

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2Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
3haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.

A ti te suplico, Señor;
4por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.

5Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
6ni el arrogante se mantiene en tu presencia.

Detestas a los malhechores,
7destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.

8Pero yo, por tu gran bondad, 
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda reverencia.

9Señor, guíame con tu justicia,
porque tengo enemigos;
alláname tu camino.

10En su boca no hay sinceridad, 
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
mientras halagan con la lengua.

12Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre.

13Porque tú, Señor, bendices al justo,
y como un escudo lo rodea tu favor.

 

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