El gritaba todavía más fuerte:—¡Hijo de David, ten compasión de mí! Jesús se detuvo y […]

El gritaba todavía más fuerte:—¡Hijo de David, ten compasión de mí! Jesús se detuvo y […]
Si el salmo empezaba, recuerden que esta es la segunda parte, diciendo: «Dios mío, Dios […]