¡Qué tal amiga qué tal amigo de la Semilla de la Semana!
Estamos en París, en uno de los monumentos más conocidos, llamado Montmatre, Monte de los Mártires o Sagrado Corazón, Sacre Coeur.
Es curioso cuando uno se encuentra con algunas personas que tienen una meta bien concreta; una meta que dicen anhelar pero luego al llegar a la meta o por el camino hay dos opciones: o se cansan, repiten con frecuencia “yo pensé que era otra cosa” y desprecian los medios; desprecian los caminos que hay que recorrer para llegar a la meta.
O cuando llegan a la meta dicen “yo pensé que esto no era así”.
Miren la meta de hoy es llegar allá arriba, al Sacre Coeur, al Sagrado Corazón, a la capilla del Sagrado Corazón; hay que subir este montón de escalones.
Si quiero subir y quiero alcanzar esa meta no me queda más que querer también el sudor, la transpiración, el esfuerzo de escalar hasta llegar allá arriba.
Cuando te propones una meta no lo hagas como una especie de sueño banal, sino proponte también que tienes que querer y amar los medios, los caminos que llevan a esa meta; aunque conlleven esfuerzo, sacrificio; aunque, a veces, conlleven cosas que no son del todo de tu agrado y de tu gusto.
He conocido personas que después de hacer eso han amado también el camino y los escalones que le llevaron a la meta.
Te propongo que pienses durante siete días, ¿cuál es tu meta? ¿la meta de tu vida?, ¿estás dispuesto a subir los escalones que llevan a esta meta?
Fíjate aquí en el Sacre Coeur y sube mentalmente todos estos escalones y piensa: ¡Acepto la meta que me propongo y acepto también todos los medios y todos los caminos que me llevan a ella!
Paz y Alegría, nos vemos dentro de siete días.
Vídeo correspondiente al texto:
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Así es Marcelo, estoy de acuerdo las ideas son para pensar, gustar, digerir… y experimentar. ¡Paz y Alegría!
Para pensarlo…
Gracias!!!