En el corazón de Galicia, por los caminos que recorren las aldeas lalinenses de Fervenza, Outeiriño y San Pedro de Losón, en las tierras regadas por el río Deza, no muy lejos de Lalín está el famoso está el famoso Santuario de Nuestra Señora de O Corpiño, en la falda del monte Carrio.
Orígenes
En el siglo VIII, vivía en esta montaña un ermitaño que tenía mucha influencia en todo la comarca, por su fama de ser una persona especial, santa. Al fallecer lo encuentran incorrupto y deciden hacer un pequeño santuario en su honor para albergar su cuerpo («corpiño» en galego). Desde entonces este lugar toma el nombre gallego de «O Corpiño».
Con la invasión de los árabes el lugar quedó abandonado hasta el siglo XII, donde se aparece María la madre de Jesús, a unos pastorcitos. Desde entonces se ha construido un santuario en su honor con gran fama en sanaciones y curaciones de tal forma que algunos le han llamado «el Lourdes de Galicia«.
Exorcismos
Aunque la fama viene por todo tipo de milagros y sanaciones que se atribuyen a la Virgen de «O Corpiño«, lo más curioso son las atribuciones a liberaciones y exorcismos que se llevan a cabo en este santuario así como las sanaciones relacionadas con las enfermedades mentales.
Esto implica una gran afluencia de fieles, muchos de los cuales, recorren, –según nos cuenta uno de los jóvenes que nos encontramos– «unos 3 kilómetros se recorren de rodillas cuesta arriba hasta llegar al interior de la iglesia, para mostrarles a la Santa Madre hasta qué punto están sufriendo, porque soy muy devoto, siempre que algo me va mal en la vida o necesito algo vengo aquí a O Corpiño a pedírselo a la Virgen, que funciona, no sé cómo, pero de verdad que funciona”.
Hay un dicho popular que dice «algo debe tener el agua cuando la bendicen«. Es decir, algo especial hay en este santuario que atrae a la gente en búsqueda de consuelo, de salud, de liberación, de luz para sus mentes y sus cuerpos.
Reflexión del Dr. Gumersindo Meiriño desde el Santuario de «O Corpiño».
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