Imagen de Fray Francisco J. Castro Miramontes ofm

La Semilla de la Semana.

Estos siete días vamos a sembrar una pequeña semilla que espero les llame la atención porque me voy a referir al contacto con la naturaleza.

Vivimos en una sociedad urbana, donde todo el mundo parece que aspira, por lo menos la gran mayoría, o están determinados a pasar sus días en un pequeño apartamento, rodeados de asfalto, de edificios, de ruido, de autos, de máquinas etc.

El poco tiempo que nos queda libre, de nuestros estudios, de nuestro trabajo solemos dedicarlos a la televisión, a la informática, al internet, a los juegos de la play station, y no me refiero sólo a niños sino que cada vez más personas mayores están dedicadas en sus tiempos de ocio a atender estos juegos. Y cuando no también hacer ejercicio físico, como culto al cuerpo, pero encerrados entre cuatro paredes, en un edificio donde apenas se respira.

Estos siete días, repito, te invito a entrar en contacto con la naturaleza… a que busques un lugar en tu ciudad, –si es que no vives en una aldea o en el campo– para tocar árboles, para escuchar los pájaros, para pisar pasto- césped, para poder tocar al algo vivo, que se relacione con la naturaleza, de mirar el cielo, la luna, las estrellas. Si es que no tienes algún campo cerca, que busques y te compres una planta para tener un ser vivo en tu casa, para cuidarlo, para regarlo, para ver cómo crece.

El contacto con la naturaleza nos recuerda el sentido profundo que tiene el ser humano aquí en este planeta, en contacto con todo lo demás que les rodea, los animales, las planta, la naturaleza. Cuando uno es amigo, toca, respira, palpa, huele, siente, a través de los sentidos, la naturaleza con plenitud, se acerca a Dios, se acerca a sí mismo y encuentra un nuevo sentido a su existencia.

Que no pase, estos días, sin que –a la mañana, la tarde y la noche– tengas al menos, un recuerdo para esta idea. Y si puedes, al menos una vez al día un contacto profundo con la naturaleza, a través de tus sentidos, dándole gracias Dios por todas las maravillas que te rodean.

Recibe la semilla siémbrala en tu corazón, riégala, cuídala, protégela y cosecharás mucho fruto,  fruto abundante.

Hasta la semana que viene que siempre hacemos una nueva y pequeña semilla que Dios te bendiga.

Gumersindo Meiriño Fernández

Aquí tienes el vídeo:

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