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Día Cinco

Invoco la protección de los ángeles del arcángel Gabriel y de mi ángel de la guarda sobre este lugar para que me acompañe a orar y bendecir a todas las almas peregrinas y errantes que no pueden dejar los planos materiales para que puedan descansar en PAZ

Hoy tenemos presentes a todos los niños, por las personas inocentes y los que pasaron por el planeta tierra con su pureza e ingenuidad puedan vivir en la plenitud del Amor, en el más Allá. Amén

Lee este párrafo del libro de Tobías.

Del libro de Tobías 12, 11-17: Voy a decirles toda la verdad, sin ocultarles nada. Ya les dije que es bueno mantener oculto el secreto del rey y revelar dignamente las obras de Dios.
Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos.
Cuando no dudabas en levantarte de la mesa, dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte a prueba.
Pero Dios también me envió para curarte a ti y a tu nuera Sara.
Yo soy Rafael, uno de lo siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia».
Los dos quedaron desconcertados y cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Pero él les dijo: «No teman, la paz esté con ustedes. Bendigan a Dios eternamente.
Cuando yo estaba con ustedes, no era por mi propia iniciativa, sino por voluntad de Dios. Es a él al que deben bendecir y cantar todos los días.

  1. Recitar estas oraciones

Oración:  Arcángel Rafael, que presentabas ante Dios las oraciones y las obras de caridad que Tobit hacía por los difuntos, y, que al mismo tiempo acompañaste en su viaje al joven Tobías, escucha la oración que te presentamos por (nombres de los difuntos). Y lleva ante Dios Padre-Madre la memoria que te presentamos. Que tus santos ángeles los acompañen en este viaje hacia la plenitud y hacia el encuentro definitivo con las personas que les esperan; libéralos de todos los peligros, de todo lo que les impida llegar a su lugar definitivo; sin miedo y en paz. Amén.

Padre nuestro…

Del Salmo 62

R. Oh Dios, mi alma tiene sed de ti.

Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco;
de ti sedienta está mi alma.
Señor, todo mi ser ti añora,
como el suelo reseco añora el agua. R.

Para admirar tu gloria y tu poder,
anhelo contemplarte en el santuario.
Pues mejor es tu amor que la existencia,
siempre, Señor, te alabarán mis labios. R.

Podré así bendecirte mientras viva
y levantar en oración mis manos.
De lo mejor se saciará mi alma;
te alabaré con júbilo en los labios. R.

Fuiste mi auxilio
y a tu sombra canté lleno de gozo.
A ti se adhiere mi alma,
y tu diestra me de segura apoyo. R.

***

Oración para repetir durante el día de forma constante:
Oh Dios guía a todas las Almas Errantes y Peregrinas que andan por el mundo a su Lugar en la PAZ. 

Puedes terminar con esta expresión común en la tradición:
Dales, Oh Dios, el descanso eterno. Y brille para ellos la luz eterna.
Que las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.

Termino agradeciendo, con mis palabras, a mi ángel de la Guarda y a los ángeles del arcángel Gabriel su protección y su acompañamiento en esta oración.

Para los otros días de la Novena haz click aquí.

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