Día Cuatro
Invoco la protección de los ángeles del arcángel Gabriel y de mi ángel de la guarda sobre este lugar para que me acompañe a orar y bendecir a todas las almas peregrinas y errantes que no pueden dejar los planos materiales para que puedan descansar en PAZ
Hoy tenemos presentes a las personas malvadas, perversas, por las que hacen daño a los demás y a sí mismos, para que se disipe toda maldad, y recuperen la paz en su corazón.
Lee este párrafo del libro de Tobías.
Del libro de Tobías 12, 11-17: Voy a decirles toda la verdad, sin ocultarles nada. Ya les dije que es bueno mantener oculto el secreto del rey y revelar dignamente las obras de Dios.
Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos.
Cuando no dudabas en levantarte de la mesa, dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte a prueba.
Pero Dios también me envió para curarte a ti y a tu nuera Sara.
Yo soy Rafael, uno de lo siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia».
Los dos quedaron desconcertados y cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Pero él les dijo: «No teman, la paz esté con ustedes. Bendigan a Dios eternamente.
Cuando yo estaba con ustedes, no era por mi propia iniciativa, sino por voluntad de Dios. Es a él al que deben bendecir y cantar todos los días.
- Recitar estas oraciones
Oración: Arcángel Rafael, que presentabas ante Dios las oraciones y las obras de caridad que Tobit hacía por los difuntos, y, que al mismo tiempo acompañaste en su viaje al joven Tobías, escucha la oración que te presentamos por (nombres de los difuntos). Y lleva ante Dios Padre-Madre la memoria que te presentamos. Que tus santos ángeles los acompañen en este viaje hacia la plenitud y hacia el encuentro definitivo con las personas que les esperan; libéralos de todos los peligros, de todo lo que les impida llegar a su lugar definitivo; sin miedo y en paz. Amén.
Padre nuestro…
Del Salmo 24
R. Protégeme, oh Dios, de todo mal
Acuérdate, Señor, que son eternos
tu amor y tu ternura,
Señor, acuérdate de mí
con ese mismo amor y esa ternura.R.
Alivia mi angustiado corazón
y haz que lleguen mis penas a su fin.
Contempla mi miseria y mis trabajos
y perdóname todas mis ofensas. R.
Protégeme, Señor, mi vida salva,
que jamás quede yo decepcionado
de haberte entregado mi confianza;
la rectitud e inocencia me defiendan,
pues en ti tengo puesta mi esperanza. R.
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Oración para repetir durante el día de forma constante:
Oh Dios guía a todas las Almas Errantes y Peregrinas que andan por el mundo a su Lugar en la PAZ.
Puedes terminar con esta expresión común en la tradición:
Dales, Oh Dios, el descanso eterno. Y brille para ellos la luz eterna.
Que las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.
Termino agradeciendo, con mis palabras, a mi ángel de la Guarda y a los ángeles del arcángel Gabriel su protección y su acompañamiento en esta oración.
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