
Día Seis
Invoco la protección de los ángeles del arcángel Gabriel y de mi ángel de la guarda sobre este lugar para que me acompañe a orar y bendecir a todas las almas peregrinas y errantes que no pueden dejar los planos materiales para que puedan descansar en PAZ
Hoy tenemos presentes a todas las personas cansadas, agobiadas, que caminan por este mundo como si fueran «zombis» sin ánimo y fuerza para vivir con Alegría y Entusiasmo, para que encuentren el Camino y se puedan ir de este planeta en Armonía y Paz. Amén
Lee este párrafo del libro de Tobías.
Del libro de Tobías 12, 11-17: Voy a decirles toda la verdad, sin ocultarles nada. Ya les dije que es bueno mantener oculto el secreto del rey y revelar dignamente las obras de Dios.
Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos.
Cuando no dudabas en levantarte de la mesa, dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte a prueba.
Pero Dios también me envió para curarte a ti y a tu nuera Sara.
Yo soy Rafael, uno de lo siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia».
Los dos quedaron desconcertados y cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Pero él les dijo: «No teman, la paz esté con ustedes. Bendigan a Dios eternamente.
Cuando yo estaba con ustedes, no era por mi propia iniciativa, sino por voluntad de Dios. Es a él al que deben bendecir y cantar todos los días.
- Recitar estas oraciones
Oración: Arcángel Rafael, que presentabas ante Dios las oraciones y las obras de caridad que Tobit hacía por los difuntos, y, que al mismo tiempo acompañaste en su viaje al joven Tobías, escucha la oración que te presentamos por (nombres de los difuntos). Y lleva ante Dios Padre-Madre la memoria que te presentamos. Que tus santos ángeles los acompañen en este viaje hacia la plenitud y hacia el encuentro definitivo con las personas que les esperan; libéralos de todos los peligros, de todo lo que les impida llegar a su lugar definitivo; sin miedo y en paz. Amén.
Padre nuestro…
Del Salmo 102
R. Como un águila se renueva mi juventud
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura;
él sacia de bienes tus anhelos,
y como un águila se renueva tu juventud. R
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque él sabe de qué estamos hechos,
se acuerda de que somos barro. R
Los días del hombre duran lo que la hierba,
florecen como flor del campo,
que el viento la roza, y ya no existe,
su terreno no volverá a verla. R
Pero la misericordia del Señor dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza
y recitan y cumplen sus mandatos. R
El Señor puso en el cielo su trono,
su soberanía gobierna el universo.
Bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes,
prontos a la voz de su palabra. R
Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís sus deseos.
Bendecid al Señor, todas sus obras,
en todo lugar de su imperio. R
Bendice, alma mía, al Señor. R
***
Oración para repetir durante el día de forma constante:
Oh Dios guía a todas las Almas Errantes y Peregrinas que andan por el mundo a su Lugar en la PAZ.
Puedes terminar con esta expresión común en la tradición:
Dales, Oh Dios, el descanso eterno. Y brille para ellos la luz eterna.
Que las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.
Termino agradeciendo, con mis palabras, a mi ángel de la Guarda y a los ángeles del arcángel Gabriel su protección y su acompañamiento en esta oración.
Para los otros días de la Novena haz click aquí.
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