Día 3: Misericordia- Compasión

Imagen de Francisco X. Castro Miramontes ofm

Invocación inicial

Pedimos protección del lugar y de nuestra persona al ángel de la guarda, a nuestro ángel personal.
Oración del Padrenuestro Avemaría Gloria

Luego puedes decir:

Ven Espíritu Santo ilumina mi mente da calor a mi corazón para que entienda los mensajes de los ángeles, para que pueda escuchar la voz de los ángeles de Zadquiel en mi corazón y tenga la fuerza necesaria para ponerlos en práctica. Amén

En el nombre de la Divinidad presente en cada uno de los seres humanos y en el Universo entero invoco, aquí y ahora, la presencia del arcángel Zadquiel y la de su coro de ángeles en todos y cad uno de estos nueve días, para que con su manto violeta transmute en Luz todos los caminos que tengo que recorrer en mi paso por el planeta Tierra. Amén.

Día Tres: Misericordia- Compasión

Lectura: « En aquel tiempo al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. Y estando en la casa, sentado a la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».

Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa «Misericordia quiero y no sacrificio«: que no he venido a llamar a justos sino a pecadores»

 

Reflexión en silencio habla con el arcángel Zadquiel y sus ángeles. Deja que hable y escuche tu corazón. Puedes hacerlo teniendo presente que Zadquiel es Misericordia.
¿Qué te trae hoy, aquí y ahora, a mi presencia poderosa? ¿En qué te puedo ayudar?

¿Cómo te juzgas a ti mismo? ¿Cómo juzgas a las personas de tu familia y que están a tu lado la mayor parte del tiempo? ¿Cómo a las personas con las que trabajas? ¿Cómo a tus amigos y conocidos? ¿Cómo a los vecinos? …

Mi manto violeta transforme el hábito de juzgar en el de sembrar misericordia. Puedes decir, si así lo deseas:
Que la Luz violeta de la transformación transmute las ansias de juzgarme a mí mismo, a cualquier situación o persona, a los demás en una mirada de misericordia y compasión.

En otra ocasión Jesús dijo a sus discípulos: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros».

Cuéntame, ¿estás de acuerdo con esta afirmación de Jesús?, ¿estás dispuesto-a a mirarte, mirar a los demás, y al universo sin juzgarlos? ¿Te aceptas a ti mismo-a? ¿Aceptas a los demás como son? ¿Aceptas la realidad, con misericordia, tal cual es?

Háblame, dialoguemos. Déjame envolverte con mi manto de Luz Violeta. No te condeno, no te critico, no te juzgo. Solo te envuelvo y juntos transformamos todo lo que te paraliza en Energía Positiva para el Camino de Cada Día.

Minutos de silencio en presencia de Zadquiel y sus ángeles

Oración al arcángel Zadquiel y a sus ángeles:

Arcángel Zadquiel acepto tu compañía en este renovado Camino de Transmutación que tu me muestras. Protégeme y guíame en los momentos de dificultad, envuélveme con tu manto de Luz Violeta y llena mi vida de benevolencia, misericordia y compasión. Bajo este manto declaro que todo lo que se haya torcido en mi vida sea reparado y enderezado; todo lo que me aparte del camino del bien sea envuelto en tu luz violeta y transmutado en mayor abundancia, prosperidad y sabiduría. Amén Amén Amén

Invocación final:

Agradezco a mi ángel de la guarda su compañía y su protección del lugar, de mi energía durante este diálogo con Zadquiel y sus ángeles.

Termino con el Padrenuestro y el Avemaría.

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