Día 7: Purificación

Imagen de Francisco X. Castro Miramontes ofm

Invocación inicial

Pedimos protección del lugar y de nuestra persona al ángel de la guarda, a nuestro ángel personal.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

Luego puedes decir:

Ven Espíritu Santo ilumina mi mente da calor a mi corazón para que entienda los mensajes de los ángeles, para que pueda escuchar la voz de los ángeles de Zadquiel en mi corazón y tenga la fuerza necesaria para ponerlos en práctica. Amén

En el nombre de la Divinidad presente en cada uno de los seres humanos y en el Universo entero invoco, aquí y ahora, la presencia del arcángel Zadquiel y la de su coro de ángeles en todos y cada uno de estos nueve días, para que con su manto violeta transmute en Luz todos los caminos que tengo que recorrer en mi paso por el planeta Tierra. Amén.

Día Siete: Purificación

Lectura: Parábola de Jesús
En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre».

Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo: «¿También vosotros seguís sin entender? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre y se echa en la letrina» (Con esto declaraba puros todos los alimentos).

Y siguió: «Lo que sale de dentro del hombre, eso sí hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos perversos

Reflexión en silencio habla con el arcángel Zadquiel y sus ángeles. Deja que hable y escuche tu corazón. Puedes hacerlo teniendo presente que Zadquiel es Misericordia.
¿Qué te trae hoy, aquí y ahora, a mi presencia poderosa? ¿En qué te puedo ayudar?

¿Se puede purificar el corazón, se puede transformar? El corazón es el centro en el que se mueven las emociones y los sentimientos más profundos del ser humano. En él pueden ir quedando restos de esas vivencias que lo dejan un poco oscuro, o si quieres, pesado. Son pequeños rencores, envidias, venganzas, odios, maldades, maledicencias (comentarios malos de otras personas), maldiciones, rencillas, malos pensamientos, malos deseos…
Pues adelante abre tu corazón limpia, restriega, pule, frota, higieniza, desempolva.
¿Cómo?
Deja ir todo lo que sea oscuro, poco claro, pesado. Deja que tu alma brille, limpia, brillante, resplandeciente, radiante.
Ahí en ese corazón limpio y radiante ya pueden entrar otros frutos: amor, comprensión, misericordia, alegría…que solo pueden añadirse si está libre. ¡Libera todo lo que no te hace bien tu alma, tu mente, tu espíritu! ¡Purificación!

Minutos de silencio en presencia de Zadquiel y sus ángeles

Oración al arcángel Zadquiel y a sus ángeles:

Arcángel Zadquiel acepto tu compañía en este renovado Camino de Transmutación que tu me muestras. Protégeme y guíame en los momentos de dificultad, envuélveme con tu manto de Luz Violeta y llena mi vida de benevolencia, misericordia y compasión. Bajo este manto declaro que todo lo que se haya torcido en mi vida sea reparado y enderezado; todo lo que me aparte del camino del bien sea envuelto en tu luz violeta y transmutado en mayor abundancia, prosperidad y sabiduría. Amén Amén Amén

Invocación final:

Agradezco a mi ángel de la guarda su compañía y su protección del lugar, de mi energía durante este diálogo con Zadquiel y sus ángeles.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

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