Cada día de la novena puedes comenzar y terminar de esta forma:
Oh Dios, por intercesión del Arcángel Gabriel y sus ángeles, ilumina mi mente y mi corazón para discernir y ver la realidad. Amén.
Recita las palabras que dijo por primera vez el arcángel Gabriel a María, la madre de Jesús: Ave María, llena de Gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Amén
Día 4: Lectura del Profeta Daniel 9, 1-27:
El año primero de Darío, hijo de Jerjes, medo de linaje y rey de los caldeos, el año primero de su reinado, yo, Daniel, leía atentamente en el libro de las profecías de Jeremías el número de años que Jerusalén había de quedar en ruinas: eran setenta años. Después me dirigí al Señor Dios implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, sayal y ceniza. Oré y me confesé al Señor, mi Dios: Señor, Dios grande y terrible, que guardas la alianza y eres leal con los que te aman y cumplen tus mandamientos:
(….)
Escucha, Señor; perdona, Señor; atiende, Señor; actúa sin tardanza, ¡Dios mío, por tu honor! Por tu ciudad y tu pueblo, que llevan tu Nombre.
Aún estaba hablando y suplicando y confesando mi pecado y el de mi pueblo, Israel, y presentando mis súplicas al Señor, mi Dios, en favor de su Monte Santo; aún estaba pronunciando mi súplica, cuando aquel Gabriel que había visto en la visión llegó volando hasta mí, a la hora de la ofrenda vespertina.
Al llegar, me habló así: —Daniel, acabo de salir para explicarte el sentido. Al principio de tus súplicas se pronunció una sentencia, y yo he venido para comunicártela, porque eres un predilecto. ¡Entiende la palabra, comprende la visión!:
Setenta semanas están decretadas para tu pueblo y tu Ciudad Santa: para cerrar el delito, sellar el pecado, expiar el crimen, para traer una justicia perenne, para sellar la visión y al profeta y ungir el lugar santísimo. Has de saberlo y comprenderlo: desde que se decretó la vuelta y la reconstrucción de Jerusalén hasta un príncipe ungido pasarán siete semanas; durante sesenta y dos semanas estará reconstruida con calles y fosos, en tiempos difíciles. Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido inocente; vendrá un príncipe con su tropa y arrasará la ciudad y el templo. El final será un cataclismo, y hasta el fin están decretadas guerra y destrucción. Firmará una alianza con muchos durante una semana, durante media semana hará cesar ofrendas y sacrificios y pondrá sobre el ara el ídolo abominable hasta que el fin decretado le llegue al destructor.
Traducción de Biblia de Nuestro Pueblo
Reflexión: El profeta Daniel se encuentra en una encrucijada. Ha recibido un mensaje duro y difícil de asimilar, el templo y la ciudad santa caminan hacia la destrucción. Entonces ora a Jhavé- Dios y pide a Adonai (el Señor): «Escucha. Perdona. Atiende. Actúa sin tardanza«. Y entonces le apareció Gabriel que le dijo «acabo de salir para explicarte el sentido«.
El sentido de la vida, de la existencia, ante noticias imprevistas, incontrolables…, le deja a uno en la duda, como al profeta Daniel. Te recomiendo que hagas como él, ora, reza, pide, medita, no dejes de pedir una luz. Es probable que acudan los ángeles del arcángel Gabriel y te deje alguna señal en el corazón que te aclara el horizonte…
Minutos de silencio y de diálogo con Dios.
Ahora puedes hacer las oraciones del principio:
Di tres veces:
Oh Dios, por intercesión del Arcángel Gabriel y sus ángeles, ilumina mi mente y mi corazón para discernir y ver la realidad. Amén.
Recita las palabras que dijo por primera vez el arcángel Gabriel a María, la madre de Jesús: Ave María, llena de Gracia, el Señor está contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Amén
ORACIÓN FINAL
Oh Dios, Padre, llamo a las puertas de tu co- razón con la confianza de hijo, recordando y re- conociendo que tu arcángel Gabriel anunció a María que iba a ser la Madre de Jesús. Ilumina mi inteligencia, ayúdame a reconocer los mensajes que tú nos envías desde el cielo por medio de los ángeles y de otros intermediarios.Dame la fuerza para llevarlos a cabo en la vida cotidiana sin miedo y con alegría. Háblame a través de los sueños, enséñame a discernir los mensajes. Concédeme por intercesión del Arcángel Gabriel y de sus ángeles, si es para bien (puede pedirse alguna gracia o lo que consideres oportuno). Por Jesucristo tu Hijo que es Dios y hombre. Amen. Amen. Amen.
Esta novena está basada en el libro Tomado del libro, G. MEIRIÑO FERNÁNDEZ, Cómo se hace una Novena. Una visita al Cielo, De Oriente a Occidente, 2014, pp. 98-102; ISBN 978-987-1621-16-3
Para el día quinto de la Novena …Sigue leyendo
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