Día Segundo: Levántate y Escucha
Invocación inicial
Pedimos protección del lugar y de nuestra persona al ángel de la guarda, a nuestro ángel personal.
Oración del Padrenuestro y el Avemaría
Luego puedes decir:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi mente para que escuche y entienda los mensajes de los ángeles de Miguel arcángel.
Ven Espíritu Santo, da calor a mi corazón para que tenga fuerza y energía para ponerlos en práctica.
Amén Amén Amén.
Día Segundo Lectura tomada del libro del profeta Daniel
Levántate, presta atención a lo que voy a decirte
En el tercer año del reinado de Ciro de Persia, Daniel, que también se llamaba Beltsasar, tuvo una visión acerca de un gran ejército. El mensaje era verdadero, y Daniel pudo comprender su significado en la visión.
«En aquella ocasión yo, Daniel, pasé tres semanas como si estuviera de luto. En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé ningún perfume. El día veinticuatro del mes primero, mientras me encontraba yo a la orilla del gran río Tigris, levanté los ojos y vi ante mí a un hombre vestido de lino, con un cinturón del oro más refinado. Su cuerpo brillaba como el topacio, y su rostro resplandecía como el relámpago; sus ojos eran dos antorchas encendidas, y sus brazos y piernas parecían de bronce bruñido; su voz resonaba como el eco de una multitud.
»Yo, Daniel, fui el único que tuvo esta visión. Los que estaban conmigo, aunque no vieron nada, se asustaron y corrieron a esconderse. Nadie se quedó conmigo cuando tuve esta gran visión. Las fuerzas me abandonaron, palideció mi rostro, y me sentí totalmente desvalido. Fue entonces cuando oí que aquel hombre me hablaba. Mientras lo oía, caí en un profundo sueño, de cara al suelo. En ese momento una mano me agarró, me puso sobre mis manos y rodillas, y me dijo: “Levántate, Daniel, pues he sido enviado a verte. Tú eres muy apreciado, así que presta atención a lo que voy a decirte.”
Reflexión:
Levántate y presta atención a lo que voy a decirte.
Observa las actitudes de Daniel ante la visión que tiene delante, observa las actitudes del arcángel Miguel que le habla.
Imagina al arcángel Miguel delante de ti.
¿Qué es lo que no quieres o no te atreves a escuchar?
¿Estás dispuesto a escuchar como lo hizo Daniel?
¿De que situaciones, actitudes, postraciones, negaciones… te tienes que levantar?
Su espada de Luz guía tu Camino. Ahora. ¡Levántate! ¡Supera tus miedos!
Tiempo de silencio y diálogo con el arcángel Miguel y sus ángeles.
Oración al arcángel Miguel y a sus ángeles:
Oración final
Arcángel Miguel, que luchas para que se haga justicia, envía a tus santos ángeles para que me acompañen en todos los caminos. Aparta de mí la maldad y la oscuridad, que mi vida sea guiada por la Luz.
Que todos los obstáculos que encuentre sean vencidos en el Nombre de Jesús.
Que los ángeles de la oscuridad no me vean, ni me escuchen, ni me encuentren, que pase desapercibido para ellos.
Que tu espada de Luz aparte de mí toda palabra, obra, pensamiento o deseo de ira y violencia.
Que tu espada de Luz separe lo bueno de lo malo.
Que tu espada de Luz me abra los ojos del espíritu para discernir en cada circunstancia de la vida con sabiduría y paz.
Por Cristo, Maestro y Guía. Amén.
Invocación final:
Agradezco a mi ángel de la guarda su compañía y su protección del lugar, de mi energía durante este diálogo con Miguel y sus ángeles.
Recito la misma oración que hacen millones de personas al arcángel Miguel: Oración de León XIII:
Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
Termino con el Padrenuestro y el Avemaría.
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