
Día Tercero Me puse en pie
Invocación inicial
Pedimos protección del lugar y de nuestra persona al ángel de la guarda, a nuestro ángel personal.
Oración del Padrenuestro y el Avemaría
Luego puedes decir:
Ven Espíritu Santo, ilumina mi mente para que escuche y entienda los mensajes de los ángeles de Miguel arcángel.
Ven Espíritu Santo, da calor a mi corazón para que tenga fuerza y energía para ponerlos en práctica.
Amén Amén Amén.
Día Tercero Tomado del libro del profeta Daniel
Me puse en pie
»En cuanto aquel hombre me habló, tembloroso me puse de pie. Entonces me dijo: “No tengas miedo, Daniel. Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios. En respuesta a ella estoy aquí.
Durante veintiún días el príncipe de Persia se me opuso, así que acudió en mi ayuda Miguel, uno de los príncipes de primer rango. Y me quedé allí, con los reyes de Persia. Pero ahora he venido a explicarte lo que va a suceder con tu pueblo en el futuro, pues la visión tiene que ver con el porvenir.”
Reflexión:
Me puse en pie. Ponte en pie. Es decir abierto a lo Nuevo, a lo que Viene, dispuesto a recorrer los caminos con la ayuda de Miguel, uno de los príncipes de primer rango. Estás viendo, siendo guiado, iluminado por esa espada de Luz por seres que te guían hacia el porvenir de Prosperidad y Abundancia. ¿Estás dispuesto a dejarte guiar? ¿Estás preparado para dejar atrás los pesos del pasado y las pre–ocupaciones?
Ponte en pie y Camina, Camina, Camina… –insisto- estás siendo guiado, no lo olvides. No pierdas de vista la Espada de Luz que va abriendo los caminos. Ten en cuenta el mensaje No tengas miedo Daniel, así como los veintiún días que el rey de Persia se opuso. Ten en cuenta que tienes opositores, no les temas. Son poderosos (ego, envidia, celos, avaricia, codicia, rencor, miedo, angustia, incertidumbre,….) ¡No los temas!
Tiempo de silencio y diálogo con el arcángel Miguel y sus ángeles.
Oración al arcángel Miguel y a sus ángeles:
Oración final
Arcángel Miguel, que luchas para que se haga justicia, envía a tus santos ángeles para que me acompañen en todos mis caminos. Aparta de mí la maldad y la oscuridad, que mi vida sea guiada por la Luz. Que todos los obstáculos que encuentre sean vencidos en el Nombre de Jesús. Que el bien y la bondad triunfen siempre en mi vida. Que los ángeles de la oscuridad no me vean, ni me escuchen, ni me encuentren, que pase desapercibido para ellos. Que tu espada de Luz aparte de mí toda palabra, obra, pensamiento o deseo de ira y violencia. Que tu espada de Luz me ayude a discernir y nunca confunda los caminos para que elija libremente el Camino de la Verdad y la Vida. Por Cristo, Maestro y Guía. Amén.
Invocación final:
Agradezco a mi ángel de la guarda su compañía y su protección del lugar, de mi energía durante este diálogo con Miguel y sus ángeles.
Recito la misma oración que hacen millones de personas al arcángel Miguel: Oración de León XIII:
Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
Termino con el Padrenuestro y el Avemaría.
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