Día Uno
Invoco la protección de los ángeles del arcángel Gabriel y de mi ángel de la guarda sobre este lugar para que me acompañe a orar y bendecir a todas las almas peregrinas y errantes que no pueden dejar los planos materiales para que puedan descansar en PAZ
Hoy tenemos presentes a todos los seres difuntos de los que nadie se acuerda, por no tener familiares ni amigos.
Lee este párrafo del libro de Tobías.
Del libro de Tobías 12, 11-17: Entonces dijo Tobit: Voy a decirles toda la verdad, sin ocultarles nada. Ya les dije que es bueno mantener oculto el secreto del rey y revelar dignamente las obras de Dios.
Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos.
Cuando no dudabas en levantarte de la mesa, dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte a prueba.
Pero Dios también me envió para curarte a ti y a tu nuera Sara.
Yo soy Rafael, uno de lo siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia».
Los dos quedaron desconcertados y cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Pero él les dijo: «No teman, la paz esté con ustedes. Bendigan a Dios eternamente.
Cuando yo estaba con ustedes, no era por mi propia iniciativa, sino por voluntad de Dios. Es a él al que deben bendecir y cantar todos los días.
Aquí recuerda invocar que descansen en paz todos los seres humanos que han dejado el planeta tierra y no pueden descansar en PAZ, que los ángeles de Gabriel arcángel les acompañen y les muestren su Camino.
- Recita estas oraciones
Oración: Arcángel Rafael, que presentabas ante Dios las oraciones y las obras de caridad que Tobit hacía por los difuntos, y, que al mismo tiempo acompañaste en su viaje al joven Tobías, escucha la oración que te presentamos por (nombres de los difuntos). Y lleva ante Dios Padre-Madre la memoria que te presentamos. Que tus santos ángeles los acompañen en este viaje hacia la plenitud y hacia el encuentro definitivo con las personas que les esperan; libéralos de todos los peligros, de todo lo que les impida llegar a su lugar definitivo; sin miedo y en paz. Amén.
Padre nuestro…
Salmo 26 I
R. Habitaré en la Casa de Dios
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?,
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?, R.
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen. R.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo. R.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R.
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca. R.
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Oración para repetir durante el día de forma constante:
Oh Dios guía a todas las Almas Errantes y Peregrinas que andan por el mundo a su Lugar en la PAZ.
Puedes terminar con esta expresión común en la tradición:
Dales, Oh Dios, el descanso eterno. Y brille para ellos la luz eterna.
Que las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.
Termino agradeciendo, con mis palabras, a mi ángel de la Guarda y a los ángeles del arcángel Gabriel su protección y su acompañamiento en esta oración.
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