Oración a Jesús de la misericordia
Faustina era una jovencita polaca que quería ser religiosa. En varias congregaciones la rechazaron por su extremada pobreza. Solo la Congregación de la Misericordia le admitió, eso sí, si antes conseguía la dote necesaria para su ajuar. Por este motivo la joven Faustina trabajó duramente como empleada doméstica durante un año. Con sus ahorros pudo conseguir el ajuar que le permitió entrar en el convento.
El 22 de febrero de 1931, estando en su celda, a Sor Faustina Kowalska se le apareció Jesús que, entre otras cosas, le pidió:
1. Que pintase una imagen suya, en la cual se escribiría esta oración ¡Jesús, en ti confío!
2. Que se rezase a las tres de la tarde, especialmente los viernes, porque fue el día y la hora en la que murió en la cruz. Si rezaban con fe recibirían la Misericordia de Dios.
3. Le enseñó además una oración que se llama la Coronilla de la Misericordia.
La Misericordia es una cualidad, en ocasiones, difícil de entender para el ser humano. Percibe de forma más fácil lo que es la justicia e incluso la venganza. Con la devoción a Jesús de la misericordia, ayudado por el impulso del Papa polaco Juan Pablo II, que la promovió desde su llegada a Roma y estableció el segundo domingo de Pascua, como el día de la Fiesta de la Misericordia, podemos decir que hablamos de una de las devociones más populares de la actualidad.
Misericordia que tenemos que aprender a vivir mirando el corazón de Dios, bueno y misericordioso.
La coronilla de la Divina Misericordia
Con el rosario en la mano, primero, dirás un Padre nuestro, un avemaría y un credo.
Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.
En las cuentas del Avemaría, dirás las siguientes palabras: Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Para terminar, dirás tres veces estas palabras: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Y para terminar esta jaculatoria: «Oh Sangre y Agua que brotasteis del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío.
Del libro G MEIRIÑO FERNÁNDEZ, Llamando a las puertas del Cielo. Libro de Oraciones, De Oriente a Occidente 2016, ISBN 9789871621194, pp. 157 ss.
También puedes hacer la NOVENA A JESÚS DE LA MISERICORDIA, siguiendo las intenciones que Jesús dio a Sor Faustina Kowalska, para ello haz clik aquí.
Hermosa propuesta , para este mes , gracias por su gran apoyo , compañía , mensajes , aliento , generosidad , por su trabajo de manera incansable , son ejemplo a seguir para todos , cada vez que siento cansancio , alguna pena , algún imprevisto , solo tengo que recordarlos para seguir adelante , con fe , sabiendo que nunca estamos solos . Gracias a todos los que conforman este grupo gracias a mis maestros María y Gumersindo . Bendiciones .