Mente en calma, quieta, aquí y ahora.
Le he preguntado a mi amiga Eileen Caddy —sí, la señora de Findhorn— qué rumbo podríamos proponerle a nuestra gente para el aquí y el ahora, para este día, para este mes.
Eileen siempre se alegra cuando alguien le pregunta. Su espíritu se llena de gozo al compartir lo que recibe. Me dijo:
«Se me mostró un campo de maíz, listo para ser cosechado. Oí estas palabras:
Hay un tiempo y una estación para cada cosa.
Nunca dejes para mañana lo que sabes que deberías hacer ahora.
Fluye, empero, con el ritmo de la totalidad de la vida y ten perfecta paz.«
Entonces le respondí:
–Eileen, me parece un mensaje muy general. ¿Podrías darme algo más concreto?
Ella rió y, con su típica serenidad, añadió:
«Escuché una voz que me decía:
Sintonízate conmigo en la paz y la quietud. ¿Cómo puedes esperar escuchar Mi pequeña voz silenciosa si hay agitación en tu interior y estás demasiado ocupada como para detenerte y escuchar?
A medida que aprendas a estar sosegada, serás capaz de hacerlo, sin importar lo que estés haciendo ni dónde te encuentres.«
Ahí sentí que Eileen ya nos había guiado un poco más hacia el centro.
Y tú, amigo, ¿te atreves a mantener la paz y la serenidad interior?
Te propongo algo sencillo: incorpora una oración que quizá ya conozcas. Aunque la sepas de memoria, recítala con intención, dejando que cada palabra nutra tu mente con paz, serenidad y quietud.
Imagina un lago…
Primero, un lago revuelto: olas de cinco metros de altura, un viento fuerte e impetuoso. En este momento, muchos en el mundo pueden sentirse así. Pero tú no, porque sabes que la “pequeña voz silenciosa” de la que habla Eileen solo se escucha cuando…
Ahora imagina el lago en calma: sin olas, sereno, con un viento suave y el cielo reflejado en sus aguas tranquilas. En este estado, puedes escuchar esa “pequeña voz silenciosa” en tu corazón, que te relaja, alienta y anima.
Tú decides cómo tener el lago de tu mente. Recuerda, toda tempestad pasa. Mantén la fe, escucha, y encuentra esa paz que ya habita en ti.
Esta es la oración, que te propongo para que le digas con el corazón, al menos una vez al día, se le atribuye a Francisco de Asís, y se le dice la Oración de la Paz…haz clic AQUÍ.
Ah, ¿te parece si sumas en este MES DE AGOSTO, al UNOX100 esta oración?
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