sol-gumer-meirinoDesde los tiempos más remotos el sol ha sido el protagonista de muchos cánticos y poesías.
El sol reluciente que de forma progresiva va llenando de luz el planeta.
Ese sol que da color, calor y luz.
El resplandor que se necesita para la vida.
Tal es su fuerza que era considerado como un dios en la antigüedad.
Nosotros descubrimos detrás de su luz, la grandeza de Dios manifestada en las obras grandes de la creación. Y, al mismo tiempo, como símbolo de lo que sucede cuando alguien está cerca de Dios:
Su vida tiene color. Sus obras discretas son bellas, armoniosas, sinceras.
Su vida tiene calor. Los que se acercan están cómodos, no quieren irse, quieren seguir a su lado más tiempo.
Su vida tiene luz. A su lado todo se ve con mayor claridad.
¿Quieres saber si estás cerca de Dios, del Sol?
¿Tiene color lo que haces? ¿los frutos de tus acciones son sabrosos, por el calor que reciben? ¿ves por donde caminas y hacia donde vas?
Feliz día de Sol, de Luz.
Hace algunos años, este catorce de febrero, nací en un pueblo llamado Oseira, en Galicia, si quieres puedes unirte en acción de gracias por este año más de vida, en que algunos de los momentos los he compartido contigo  a través de estos salmos y reflexiones. Gracias. Hasta mañana.

SALMO 19-18, 2-7

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.

Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
contento como un héroe, a recorrer su camino.

Asoma por un extremo del cielo,
y su órbita llega al otro extremo:
nada se libra de su calor.

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