El ser humano es «viator», caminante, peregrino. El Camino se puede hacer de diversas formas. En el día de hoy puedes, como el salmista, «caminar en la presencia del Señor». Si eres consciente de ello, tu camino, tus pisadas serán firmes, lo harás con cantos de gozo, enfrentarás los escollos de cada día con ánimo. Camina en la presencia del Señor. Feliz jornada. Bendiciones
salmo 115-114
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Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí,
el día que lo invoco.
Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida».
El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas me salvó.
Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.
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