salmo 127-gumersindo-meiriñoLa relación padres e hijos es un enigma dentro de las relaciones humanas. La herencia del Señor son los hijos. Hay hijos físicos, hay hijos intelectuales, hijos espirituales…
Escucho con frecuencia, ¿no sé por qué mi hijo-a se comporta de tal forma, nosotros no le enseñamos eso? ¡No sé qué hacer con mi hijo!
Los hijos, −de la carne, del corazón, del espíritu− en relación con los padres, son la herencia que hay que saber administrar. Los hijos en relación con el Padre Dios, manifiestan su grandeza, en cuanto se comportan como buenos hijos, en este caso, como buenos hijos de Dios.
Feliz jornada en la fiesta de San Francisco de Asís, el poverello llegó a sentir el Universo como obra de Dios y por lo tanto, todo y todos eran sus hermanos, hermano sol, hermana luna……….Seguir leyendo →

SALMO 127-126

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.

Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!

La herencia que da el Señor son los hijos;
su salario, el fruto del vientre:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.

Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.

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