se-feliz-verellenCuando entres en tu casa, deja los problemas y las angustias que traes de la calle afuera.

Cuando salgas de tu hogar, hazlo bajo el manto y la protección de Dios.

Haz lo mismo cada vez que entres o salgas de los distintos lugares, eso cambiará por completo tu actitud y tu aptitud ante la vida, ante la familia, ante el trabajo…

Algunas culturas al entrar en casa o en el templo dejan los zapatos afuera. Tú sacude «las pulgas» mentales, antes de entrar en tu hogar, pide ayuda a los ángeles que vayan delante de ti, cuando salgas a recorrer tu jornada de cada día.

Hasta mañana, sé feliz.

Salmo 120

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempr