salmo-17-16
Una rosa en el Camino de la Vida, imagen de archivo deoao.org

Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?». Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». Él les dijo: «Venid y veréis».
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Las situaciones humanas son complejas. Es bastante probable que alguna vez te hayas sentido en tribulación por algo que fue injusto, tremendamente injusto.
Entonces acudiste a los que pensabas que iban a hacerte justicia y te la denegaron. Te sientes maltratado, abandonado, traicionado…, así como el salmista de hoy.
Pero luego, cuando acudiste a Dios, entendiste que la justicia verdadera es la de Dios, que ni tú ni yo, somos quién para juzgar a nadie. Dios es el que siembra justicia a su tiempo.
Si eres justo el corazón de Dios te reconoce inmediatamente.
No dejes de ser justo contigo mismo, con los demás, porque dice el salmo, Dios no abandona a los justos.
Jaculatoria: Guárdame como a la niña de tus ojos
o también: A la sombra de tus alas.
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Feliz día. Paz y bien
                                                             

Paz y bien, hasta mañana
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Salmo 16 B

Yo te llamo porque me respondes,
inclina tu oído y escucha mi palabra.
Salvador de los que se refugian en ti,
muestra las maravillas de tu amor
ante quienes se rebelan contra tu diestra.

Guárdame como a la niña de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme
de los malvados que me asaltan,
del enemigo mortal que me acorrala.

Han cerrado sus entrañas, su boca habla con soberbia.
Mis piernas vacilan; ellos me asedian,
fijan en mí sus ojos para derribarme por tierra.
Son como un león ávido de presa,
como cachorro agazapado en su escondrijo.

Levántate, Señor, hazle frente,
doblégalo y con tu espada sácame vivo del malvado.
Mátalos con tu mano, Señor,
quítalos del mundo, erradícalos de la tierra.

A tus protegidos llénales el vientre,
que sus hijos queden hartos
y dejen el resto para los más pequeños.
Y yo, por mi inocencia, veré tu rostro,
al despertar me saciaré de tu presencia.

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