La antigua fortaleza de Sión, donde ahora se halla Jerusalén, era en ese momento no solo,−como lo sigue siendo ahora para las tres grandes religiones monoteístas, cristianos, judíos, musulmanes−, el centro del mundo judío, sino además el signo de la presencia de Dios en medio de su pueblo y la ciudad que daría plenitud a todas las promesas mesiánicas.
Sin embargo, paradójicamente, la ciudad de Jerusalén no ha dejado de ser durante miles de años, el centro de disputas, batallas, guerras, destrucciones…
Es la paradoja de la humanidad, donde hay luz hay oscuridad, donde hay salud hay enfermedad, donde hay alegría se entremezcla con la tristeza…
Jerusalén como la ciudad santa sigue siendo luz que brilla en las tinieblas.
Así  va a ser tu vida no lo olvides, un contraste continuo entre luz y tinieblas, sol y sombra; salud y enfermedad; alegría y tristeza…, somos seres de contrapuntos.
Armonía y equilibrio. Cuando sale el sol brillante, no significa que no llegue el atardecer y la noche. Ni cuando salga un día de nubarrones negros significa que el sol se haya ido para siempre.
La naturaleza tiene equilibrio, orden, armonía. La misma que busca la ciudad de Jerusalén durante miles de años como ciudad, corazón de tres grandes religiones.
La misma que buscas en tu interior y en tu corazón.
Estate atento para que no te roben la paz, nunca, nada ni nadie. Que tu corazón sea una ciudad de paz. Que en tus murallas nunca entre la desesperación ni la tristeza. Recuerda que cada día, sale el Sol.
Bendecido día de paz para ti y para los tuyos, amigo-a.
Feliz día a todas las mujeres, como estamos en su día les invito a leer el pasaje de Proverbio, un pasaje milenario que esconde tesoros de sabiduría: Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas. En ella confía el corazón de su marido, y no carecerá de ganancias.  Ella le trae bien y no mal todos los días de su vida…. cf. Proverbios 31,10-31.

SALMO 87-86

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.

¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí».

Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado».

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti».