Aunque la vida tiene su propio movimiento, a veces se puede truncar o recortar. Es lo que pasa por ejemplo cuando un hij@ crece y decide formar otra familia y alguno de los miembros pretende truncar ese desarrollo. Es la evolución de la vida, que como decía, puede truncarse, en muchas ocasiones por los apegos de los padres, sea el padre o la madre.
Si quedas atado por ese hilo sutil emocional o psicológico no puedes volar para ir con la nueva pareja que has formado y te cuesta asumir tu nuevo rol familia, dejando de ser hij@ para pasar a ser, espos@ y luego padre-madre.
Esto no quiere decir que tengas que dejar de amar a tus padres, los sigues amando pero ahora de forma distinta.
Disfruta de la situación familiar actual.
A nivel espiritual es semejante. Para entregarse a la Vida, a Dios, para desarrollar la misión a las que has sido invitado y tu aceptaste voluntaria y libremente tienes que ir desatando esos nudos que te han ido atando a la comodidad, a la pereza, a lo material, a la avaricia…
Vuela, da gracias a la Vida, a Dios, deja todo lo que te ata y te impide volar con alegría cumpliendo tu misión.
Hasta mañana, bendiciones.
SALMO 45-44, II-III
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor.
La ciudad de Tiro viene con regalos,
los pueblos más ricos buscan tu favor.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras:
las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres, tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra».
Quiero hacer memorable tu nombre
por generaciones y generaciones,
y los pueblos te alabarán
por los siglos de los siglos.