salmo 6
Imagen de archivo deoao.org

Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
+++
El que ora, el salmista, está enfermo. Dolores físicos, pero no solo físicos también angustias y por si fuera poco, la burla de los adversarios y enemigos.
Ora hoy por los enfermos, los que conoces, tus familiares, ora con este salmo para que lo que tengas que aprender en esta vida sea desde la comprensión y no desde el dolor.
Prepárate para ese encuentro en que se desgasta el cuerpo y te preparas para viajar al más allá, con paz, con armonía, y, –¿por qué no?–, con alegría.
Jaculatoria: El Señor ha acogido mi oración.

Paz y bien, hasta mañana.
Escúchalo:

Salmo 6

Señor, no me reprendas airado,
no me castigues encolerizado.
Piedad de mí, Señor, que estoy acabado,
sana, Señor, mis huesos dislocados.

Estoy profundamente abatido
y tú, Señor, ¿hasta cuándo?
Vuélvete, Señor, salva mi vida,
ayúdame, por tu misericordia:

En la muerte nadie te recuerda,
en el Abismo, ¿quién te dará gracias?
Estoy agotado de gemir,
cada noche anego mi lecho,
y empapo la cama con mi llanto;
mis ojos se nublan de pesar,
envejecen con tantas angustias.

¡Apártense de mí, malhechores,
que el Señor ha escuchado mis sollozos,
el Señor ha escuchado mi súplica,
el Señor ha acogido mi oración!

¡Que se avergüencen
y enloquezcan mis enemigos,
retrocedan súbitamente abochornados!

***

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete

Quizás te interese también,

El diálogo de Dios con Satanás (libro de Job)

One thought on “Salmo 6, en el lecho, veinticuatro de julio

  1. Cuando los conocí a ustedes, me llevaron con paciencia y sobre todo mucho amor, a reencontrarme con Dios, me volvieron a la luz y a la oración , y siempre agradezco eso, porque arrodillarme sin que tenga que ser por una enfermedad o por algún dolor o angustia, hacerlo para agradecer mi día de vida produce un gozo extremo.. siempre les digo a mis hijos: «no esperen ser grandes o viejitos para rezar, no esperen tener un problema grave para rezar, reciban la paz de Dios sin estar desesperados…»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *