salmo-34-33Otro Salmo, que contiene pensamientos maravillosos que iluminan la mente, la limpian, ideas que puestas en práctica dan paz al corazón.
El ser humano progresa, evoluciona, crece, como persona, a nivel humano y en su grado de felicidad en  la medida en la que entra en sí mismo y deja que la paz de Dios entre en su corazón.
Entonces descubres que a tu lado, a nivel humano, caminan seres amorosos y a nivel espiritual, ángeles, seres espirituales, atentos a tu voz, a tu pasos, a tus palabras.

No lo olvides, el ángel del Señor acampa a tu lado. Bendiciones, hasta mañana.

Salmo 34-33

 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
Yo me siento orgulloso del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.

Glorifiquen conmigo al Señor,
todos juntos alabemos su Nombre.
Consulté al Señor y me respondió
librándome de todos mis temores.

Mírenlo y quedarán radiantes,
sus rostros no se sonrojarán.
Este pobre clamó y el Señor lo escuchó,
liberándolo de todas sus angustias.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gusten y vean qué bueno es el Señor:
¡Feliz quien se refugia en él!

Respeten al Señor sus consagrados,
que nada les falta a quienes lo respetan.

Los ricos se empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de bienes.

Vengan, hijos, escúchenme:
les enseñaré a respetar al Señor.
¿Hay alguien que ame la vida,
y desee días disfrutando de bienes?

–Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la mentira;
apártate del mal, obra bien,
busca la paz y sigue tras ella.

Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos a sus clamores.
El Señor se encara con los malhechores,
para borrar de la tierra su recuerdo.

Si claman, el Señor los escucha
y los libra de todas las angustias.
El Señor está cerca de los que sufren
y salva a los que desfallecen.

Por muchos males que sufra el justo,
de todos lo libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
ni uno solo se quebrará.

La maldad da muerte al malvado;
los que odian al justo lo pagarán.
El Señor rescata la vida de sus siervos
los que se refugian en él no serán castigados.

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