−¿Cómo te va? ¿Todo bien?
−Sí, con dificultades, mi familia no entiende, mis amigos tampoco, pero aquí sigo, firme, tranquilo. Me hubiera gustado que entendieran porque he decidido casarme, al menos mi familia, pero no ha sido así. A pesar de todo, sigo firme y tranquilo.
Firmeza en las decisiones no es lo mismo que intransigencia.
Firmeza, es no doblar las rodillas ni el pensamiento cuando los egoísmos de otros, las comodidades o las manipulaciones intentan cambiar tu decisión pensada, razonada y decidida, valga la redundancia.
Firmeza significa estar dispuesto a escuchar atentamente porque no tienes miedo a que cambien tu postura, porque la has visto claramente.
Firmeza aunque las emociones se revuelquen por dentro e intenten darle la vuelta la situación.
−Ojalá pudiera ser firme en las decisiones que tomo con mis hijos. Luego me contradigo, ¡me pueden!− dice una madre compungida.
−¿No quieres a tus hijos?-pregunto.
−Sí, claro que los quiero− enojada contesta.
−Si los quieres de verdad, no te preocupes, como dice el salmo hoy, tendrás un corazón firme, un corazón firme y afinado para que salgan una linda música.
Empezamos un nuevo mes. Feliz día, feliz mes.
SALMO 108-107
Dios mío, mi corazón está firme,
para ti cantaré y tocaré, gloria mía.
Despertad, cítara y arpa;
despertaré a la aurora.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor;
tocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria;
para que se salven tus predilectos,
que tu mano salvadora nos responda.
Dios habló en su santuario:
«Triunfante, ocuparé Siquén,
parcelaré el valle de Sucot;
mío es Galaad, mío Manasés,
Efraín es yelmo de mi cabeza,
Judá es mi cetro;
Moab, una jofaina para lavarme;
sobre Edom echo mi sandalia,
sobre Filistea canto victoria».
Pero, ¿quién me guiará a la plaza fuerte,
quién me conducirá a Edom,
si tú, oh Dios, nos has rechazado
y no sales ya con nuestras tropas?
Auxílianos contra el enemigo,
que la ayuda del hombre es inútil.
Con Dios haremos proezas,
él pisoteará a nuestros enemigos.