Libres de temor. El miedo atenaza, paraliza, obnubila….
El miedo puede convertirse en una enfermedad de la mente y oscurecer tu espíritu.
El ser humano con fe, superar los miedos, los temores, camina con optimismo, con esperanza.
No duermas ni pactes con el miedo.
Sé prudente, pero valiente, camina con alegría, con optimismo, con esperanza, con confianza.
Ser prudente no es lo mismo que ser miedoso.
Es pisar con firmeza, conscientes por donde uno avanza, atentos.
Buen camino para este hermoso día que nos acerca más a la Navidad. Hasta mañana
Cántico de Zacarías. Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.