salmo-59-58
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Perros babeando que merodean por la ciudad en busca de comida, perros salvajes que no se paran ante las piedras o los gritos porque buscan alimento como que sea para saciar el hambre. Así muestra el salmista el mal. ¿Qué hacer ante esta fuerza?
Como en el atardecer, recogerse en el alcázar, buscar refugio …., bajo las alas de Dios, dice otro salmo…
No los enfrentes, refúgiate, no les tires piedras, entra en el alcázar de tu intimidad. Como dice Jesús, “no tires perlas a los cerdos porque las pisotearán”.

Hasta mañana, feliz día. Paz y bien

SALMO 59 (58)

Líbrame de mis enemigos, Dios mío,
sálvame de mis agresores,
Líbrame de los malhechores,
sálvame de los sanguinarios;
pues mira que hombres crueles
me acechan emboscados.

Sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,
sin culpa mía, corren y toman posiciones.

¡Despierta, ven a mi encuentro, mira,
tú, Señor Dios de los Ejércitos,Dios de Israel!
Levántate y castiga a los paganos
no tengas piedad de los traidores inicuos.

Vuelven al atardecer, aullando como perros,
merodean por la ciudad.
Mira, su boca babea
y en sus labios hay puñales:
«¿quién nos oye?»

Tú, Señor, te ríes de ellos,
te burlas de los paganos.

Fuerza mía, por ti estoy velando,
que mi alcázar es Dios,
mi Dios leal.

Que Dios se adelante y me haga ver
la derrota de mis enemigos.

No les des muerte,
no se vaya a olvidar mi pueblo;
hazlos vagar, con tu ejército derríbalos:
el Señor es mi escudo.

EI pecado de su boca
son las palabras que pronuncian:
queden prendidos en su insolencia,
por las mentiras y maldiciones que profieren.

Acaba con ellos con ira,
acaba con ellos, que dejen de existir;
y sabrán que Dios gobierna en Jacob
y hasta los extremos del orbe.

Vuelven al atardecer, aullando como perros,
merodean por la ciudad,
vagabundos, buscando comida,
y hasta que no se hartan, andan gruñendo.

Pero yo cantaré tu fuerza,
aclamaré por la mañana tu lealtad,
porque fuiste mi alcázar
y un refugio en el peligro.

Fuerza mía, tañeré para ti,
pues Dios es mi alcázar,
mi Dios leal.

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