El canto del aleluya de este salmo, nos da un toque especial de alegría a este domingo.
Este gozo abunda para dos grupos de personas que vamos a denominar por su palabra hebrea: los hasidim y los anawin.
Los hasidim se puede traducir, por los piadosos, los fieles, que cantan jubilosos con tambores y cítaras. Es la armonía que da el ser parte de los hasidim, un coro que alaba a Dios no solo con las palabras (los tambores) sin también con cítaras (las obras).
Los anawin, se puede traducir por los necesitados, los humildes, los pobres en el sentido de que, a pesar de su fidelidad, pasan por pruebas y acuden a Dios con sus cantos.
Es domingo, es día de alabanza y fiesta. Si de verdad estás contento; eres un hasidim, lo notarás en tu corazón.
Si todavía te falta, si necesitas acudir a Dios, si te sientes pobre, como anawin, no lo dudes, toca a la puerta de tu Padre Dios, con el corazón recto y sincero, Él te abre la puerta y te atiende con amor, “te adorna con la victoria”.
Feliz día, amigo-a. Hasta mañana. Bendiciones
SALMO 149
¡Aleluya!
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles (hasidim);
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes (anawin).
Que los fieles (hasidim); festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.