El ser humano entiende, analiza, comprende y actúa. Cuando lo hace desde la injustica, el solo se aparta de Dios y del camino de la verdadera paz.
No puedes pensar que estás en el buen camino cuando te falta alguna de estas dos realidades de un rey: la justicia y la paz.
Si te falta paz, pregúntate porqué. ¿No será que te falta justicia?
La justica da a cada uno lo suyo.
¿Le das a Dios lo que le corresponde? ¿a ti mismo? , ¿a los demás, incluidos tu familia, tus hijos, tu esposo-a, tus empleados…?
¡Qué florezca, en ti y a tu alrededor, la paz y la justicia en el día de hoy y siempre!
Hasta mañana.
SALMO 71, I
1Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
2para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
3Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
4que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador.
5Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
6que baje como lluvia sobre el césped,
como llovizna que empapa la tierra.
7Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
8que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
9Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
10que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
11que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.