El encuentro carnal de amor, entre el hombre y la mujer, es uno de los momentos más sublimes del ser humano. Por ello se utiliza como símbolo del encuentro de amor del ser humano que se sumerge en las entrañas de Dios Amor. Eso produce una alegría desbordante, plena, interminable…, la Alegría como fruto y don del verdadero Amor. Es de la que habla el profeta Isaías en el cántico de hoy.
Puedes decir con Alegría este mantra-jaculatoria- decreto: «Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios«.
María la madre de Jesús, en su cántico del Magnificat, repite muchas de las frases de Isaías (cf. Lc 1, 46-55).
Bendiciones, hasta mañana.
CÁNTICO DE ISAÍAS (Is 61,10 – 62,5)
Desbordo de gozo con el Señor,
y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala
y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como novio que se pone le corona,
o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes,
como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará brotar la justicia
y los himnos ante todos los pueblos.
Por amor de Sión no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia,
y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo,
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada»,
ni a tu tierra «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi favorita»,
y a tu tierra «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia,
así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.