Qué tal amiga-o, vamos a hablar hoy de los cuatro pasos, que me proponía una persona amiga cristiana, para llegar a conocer personalmente Dios, casi nada. A cada uno de ellos he permitido darles un ligero toque personal.
La primera Dios te creó a su imagen y semejanza, ¿qué quiere decir esto? que no podrás ser plenamente feliz si no desarrollas esa imagen y semejanza que llevas en tu interior.
La segunda es que los seres humanos nos entretenemos en espejos de colores, como se dice popularmente. El cristiano amigo dice que el ser humano es un pecador, separado de Dios pero yo creo que no es tanto así, que en realidad se entretiene tanto en lo material, en lo aparente, en lo que le entra por los sentidos, que se olvida de su esencia, de lo más íntimo.
Y, ¿cuál es su esencia? Pues que es un ser espiritual. Si no despierta a lo aparente está imposibilitado para ver la realidad profunda y no capta –al mirar solo lo que percibe por los sentidos– cuál es su esencia, no puede saber plenamente lo que es, un ser espiritualmente unido íntimamente a Dios.
La tercera etapa nos recuerda que hay formas de descubrir esencia divina una de ellas es encontrarse con Cristo pero hay muchas más (parece obvio, porque sino todos los miles de millones de hindúes, por ejemplo estarían imposibilitados en encontrarse con Dios y parece que, incluso en eso nos llevan ventaja). Lo que sí está claro es que la Vida, Dios, –como quieras llamarle– te va a dar la oportunidad de que te encuentres con tu esencia íntima.
Así pasamos a la cuarta fase. La necesidad de tener una experiencia personal y descubrirlo por ti mismo.
No basta con una serie de dogmas ideas o principios. Es necesario entrar en el corazón, en lo más íntimo y descubrir ahí a Dios. Descubrir tu esencia. Encontrarte de una forma viva y real con Dios.
De esta manera llegas a conocer a Dios, y desarrollas la plenitud a la que has sido llamado.
Y –seguramente lo han escuchado alguna vez más en esta columna de vida y teología– solo puede realizarte plenamente, solo puedes ser feliz en el reencuentro con tu esencia que es espiritual, que es mística. Si te entretienes demasiado –como decíamos antes– con lo aparente, con lo externo, con lo material te distraes tanto que te sales del camino y entonces todos son tropezones, golpes, heridas, dolores que se convierten en sufrimiento .
Cuatro pasos, experiméntalos y después si quieres escríbeme o cuéntamelo a través de las redes sociales o por donde tú quieras. Recibiré tus noticias con gusto.
Paz y Alegría nos vemos dentro de siete días.
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