Día 1: el valor de las cosas pequeñas

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¡Bienvenidos al primer día de esta novena!

Empezamos como siempre invocando al ángel de la guarda, al tuyo, y, en este caso, al de Madre Teresa de Calcuta.

Puedes hacerlo diciendo: Angel de la Guarda comunícate con el ángel de la Guarda de Madre Teresa y así pueda recibir el aliento de vida que acompañó y guió a Madre Teresa en su camino por el planeta tierra.

Continúa rezando:

✔️Un Padre Nuestro

✔️Un Ave María

¿Qué nos dice la lectura de hoy?

Libro de Lucas

Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor. El Espíritu también lo llevó al Templo en aquel momento.

Cuando los padres traían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras:

Ahora Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz, como le has dicho.
Porque mis ojos han visto a tu salvador,
que has preparado y ofreces a todos los pueblos,
luz que se revelará a las naciones
y gloria de tu pueblo, Israel.

 

¿Qué nos dice la Madre Teresa hoy?

El bien que haces hoy, a menudo será olvidado mañana, pero haz el bien de todas formas… Dale al mundo lo mejor que tengas y tal vez jamás será suficiente, dale al mundo lo mejor que tengas de todas formas. Verás, al final, es un asunto entre Dios y tú, nunca ha sido entre ellos y tú

Teresa de Calcuta se llamaba en realidad Agnés. Había nacido eb Uskub —actual SkopieMacedonia del Norte—; 26 de agosto de 1910. ¡Qué cosas! Antes pertenecía a Albania. Hasta en su nacimiento hay cambios, el lugar en el que nace ya pertenece a otro país.

Acompaña tu evolución espiritual, tu transformación y esta no puede darse, –sin este pequeño detalle que ella aprendió de su Maestra Espiritual Teresa de Lisieux– el Amor. Cuando decidió hacerse religiosa cambió su nombre de Agnés por el de Teresa, en honor a Teresa de Lisieux, que nos transmitió su experiencia de esta manera: Entonces, llena de una alegría desbordante, exclamé: «Oh Jesús, amor mío, por fin he encontrado mi vocaciónmi vocación es el amor. Sí, he hallado mi propio lugar» .
Siguiendo los pasos de Teresa de Lisieux, Teresa de Calcuta, se propuso «hacer las cosas ordinarias con un amor extraordinario».

A la luz del Espíritu Divino te hago una pregunta:
¿Pones interés en lo que haces?
¿Cómo valoras tus quehaceres, tu trabajo?
¿Pones el corazón en todo lo que vives cada jornada?

Esta es la clave: No hay labor pequeña ni grande, todo depende del amor, con que la hagas.

¿Quieres empezar hoy la transformación, tu evolución hacia un Nuevo Camino? Haz todo con el corazón, con amor. No importa lo que hagas sino el CÓMO.

Simeón, el anciano de la lectura, fue guiado por el Espíritu Santo. ¿Estás dispuesto a seguir lo que dicta tu espíritu en tu corazón? o, quieres siempre que se hagan las cosas como tú quieres, cuando tú quieres. Abre el corazón al Amor, al Espíritu, ojalá te puedas dejar guiar como hizo Teresa de Lisieux y Teresa de Calcuta.

Oración del día:

Oh Dios, empiezo estos nueve días con Teresa de Calcuta, quiero recorrer los caminos de mi vida con la fuerza del Amor. A partir de hoy, valoro y amo todo lo que estoy haciendo, mi trabajo, mis quehaceres cotidianos, mis pequeñas ocupaciones de cada día. Desde los más sencillos, desde los más pequeños. Que en todos ellos imprima la fuerza, la energía, el corazón; que todos y cada uno, lleven el sello perenne y profundo del Amor, del Amor empezando por las cosas pequeñas. Amén Amén Amén

Continúa orando:

✔️Agradezco a mi ángel de la Guarda y al de Madre Teresa de Calcuta

✔️Un Padre Nuestro

✔️Un Ave María

Oración Guía de la Vida de Madre Teresa de Calcuta:

» El fruto del silencio es la oración; el fruto de la oración es la fe; el fruto de la fe es el amor; el fruto del amor es el servicio; y el fruto del servicio es la paz »
(…)
«Dios mío, gran sanador, estoy de rodillas ante ti, porque tu perfecto don debe venir de ti. Te lo ruego, dale a mis manos la habilidad, a mi razón la perspicacia, y a mi corazón, la dulzura y la compasión. Amén»
«Miremos el ejemplo de la lámpara que arde con el aporte de pequeñas gotitas de aceite, y sin embargo da mucha luz. Las gotitas de aceite de nuestras lámparas son las cosas pequeñas que realizamos diariamente

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